domingo, 23 de octubre de 2011

XVI SEMANA CULTURAL INTERNACIONAL DE GACHANCIPÁ

Desfile de inauguración - Grupo del Maíz - Abuelos
ARTÍCULO PERIODÍSTICO SOBRE UN ACONTECIMIENTO CULTURAL TRANSCENDENTE

XVI SEMANA CULTURAL INTERNACIONAL
GACHANCIPÁ – CUNDINAMARCA

Cada año por el mes de octubre, desde aquel ya lejano año de 1996, Gachancipá, un pequeño pueblo de ancestro muysca y asentado en las estribaciones del cerro oriental de Fetibre, en el norte de la Sabana de Cundinamarca, por otros llamada  de Bogotá,  tiene una cita con la cultura, el arte y la integración de sus   gentes, sus visitantes y sus invitados, que año a año llegan de cualquier lugar del mundo, para intercambiar culturas, visiones y saberes. Esto es porque ha llegado la Semana Cultural Internacional.
Pero, ¿cómo se llega a los conciertos musicales en el Templo Parroquial de San Bartolomé Apóstol, a las exposiciones de pintura y escultura, a las muestras artesanales, a la tertulia literaria, a los conversatorios con escritores y poetas, a las conferencias de los curadores de arte en la Casa de Cultura Gonzalo Arango, a la danza, a los recitales y al canto en el parque principal, a las muestras y charlas de expertos de museos como el Museo Nacional,  el Museo Arqueológico de la Casa del Marqués de San Jorge , del otrora Banco Popular, el Archivo General de la Nación, a los desfiles con los grupos nacionales, en especial del Distrito Capital quienes gratamente han rescatado, exaltado y recreado el ancestro de los pueblos amerindios, para compartirnos su éxito con sus grupos de teatro, danza y cultura ancestral, cómo se llega  a este logro, desde las tradicionales y ancestrales Ferias y Fiestas, con corridas de toros en improvisadas plazas taurinas,  con encierros  de “pura casta sabanera, o mejor, toros puros calentanos”, casetas de baile, trago y mujeres alegres, venidas de lejanos ( y también cercanos) lugares de nuestras provincias, los viejos juegos de azar, cacho con gariteros a bordo, póker, dado,  ventorrillos de cerveza y aguardiente de contrabando o  chirrinche,   cabalgatas con chalanes y amazonas, alboradas y fanfarrias con las Bandas Municipales, llamadas de “chupacobres”, conjuntos de tipleros y acordionistas pueblerinos de tonadas de arrabal y  de despecho, con el bochornoso y deprimente espectáculo de los borrachitos tirados por el suelo y a los que mejor les va durmiendo a sus anchas en la bancas del parque, en las gradas del templo y la alcaldía o en las aceras de cualquier calle. ¿Cómo pudo ser?
¿Cómo un pueblo puede abandonar su idiosincrasia centenaria  y raizal, y romper, como en los paradigmas al pasar a uno mejor y crear en menos de dos décadas una idiosincrasia nueva  donde se fortalece la unión, la integración de gentes, pueblos y naciones, en un intercambio de culturas, de ideologías, de religiones y de pensamientos  alimentando sentimientos, afectos y avivando  los espíritus al deleitarlos  en la contemplación estética  de una escultura, una pintura o una bella pieza musical o también de una excelente danza del folklor colombiano, mexicano, español, árabe, ruso, egipcio?
¿Cómo un pequeño pueblo del altiplano cundiboyacense, con no más de 10 habitantes, da un vuelco en su concepción de la diversión meramente vulgar a la cultura de la estética de las bellas artes?
Voluntad política, dirán los del oficio, conciencia ciudadana y progreso de los pueblos, expondrán los sociólogos, los soñadores gritarán que son nuevos vientos que soplan en el arte y la cultura.
Pero lo único cierto es que las nuevas manifestaciones del espíritu cultural de los gachancipeños, jóvenes, adultos, y viejos queridos y querendones, son la expresión del conocimiento y el despertar a la vivencia de las artes. Escuchemos a Tolstoi  cuando dice.   “… El arte no es una alegría, ni un placer, ni una diversión; el arte es una gran cosa. Se trata de un órgano vital de la humanidad que transporta al dominio del sentimiento las concepciones de la razón… El destino del arte en nuestro tiempo es transportar, del dominio de la razón al del sentimiento, esta verdad: que la dicha de los hombres consiste en su unión. El arte es el único que podrá fundar, sobre las ruinas de nuestro régimen presente de miseria y vejaciones, ese reinado de Dios que se nos aparece a todos como el objeto más alto de la vida humana”. Tomado de su ensayo “Que es el arte”.
Veamos otro texto que nos permite acercarnos a la profundidad del acierto de un pueblo cuando cambia sus centenarias Ferias y Fiestas por una Semana Cultural Internacional:”Las categorías de lo estético (no sólo lo bello y lo feo, sino también lo sublime, lo ridículo, lo trágico, lo cómico, lo heroico, lo vil, etc.) son el fruto de un largo desarrollo social. No es que estas categorías se encuentren instaladas únicamente en la conciencia individual (como muchos creen), sino que existen objetivamente plasmadas en el sistema de las relaciones sociales. Ellas son las formas en que existe plasmado el ideal social (fundamentalmente el ideal estético) en la sociedad. Estas categorías estéticas existen plasmadas y objetivadas como relaciones sociales, son conceptos hechos sociedad”. Tomado de la Monografía “Fundamentos filosóficos de la estética”
Y este año ya están listos, del 10 al 15 de Noviembre “Todas las culturas en un solo escenario, 399 años de historia para contar”, las bellas artes están de plácemes, son la invitadas especiales a esta nueva cultura, a este paradigma sin igual, a esta fiesta de la música, la danza, el teatro, la pintura, la escultura, la fotografía, la literatura, el buen cine.
Gustavo Galindo Hernández - Cead Zipaquirá
Nota: Podemos ver los siguientes enlaces:
Concierto nocturno

Museo Arqueológico reviviendo la cultura Muysca - Niños trabajando con arcilla

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